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Motivación: Venciendo el desanimo

Sobrepasando el desanimo y manteniéndose motivado


Si aún no ha pasado, si va a pasar.
Puede quedarse despierto muy tarde para hacer casi perfecta su lección; ha preparado su corazón para el siguiente día en que va a unirse de nuevo su célula; ha orado por un estudiante y por nombre, que el sea cambiado por Dios. Luego, el siguiente día, estás ansioso para inspirar a su grupo y casi la mitad de los estudiantes ni llegaron y los que si vinieron casi ni pueden quedarse despiertos o están distraídos y el estudiante por el cual oraste, no está viendo el punto.

Si, va a pasar: vas a estar desanimado.
No hay una tarea que es no vale la pena y que es fácil y la subida de como guiar a los estudiantes más que nada le va a guiar por un camino que está lleno de hoyos. Es fácil sentirse sobrepasados con desánimo. Pero cuando las circunstancias, comportamiento o el falle de resultados le desanime, sea ANIMADO. No trabaja en vano, de hecho es lo opuesto.

Talvez no lo ve.
Si me preguntaras cada día si me doy cuenta que mi hija está creciendo, probablemente te voy a contester “no”. Sin embargo, si me enseñaras una foto de mi hija cuando la trajimos a la casa después que nació y luego viera una foto de ella cuando está soplando cuatro velas en su pastel de cumpleaños, claro que contestaría, “si.” 

Estamos alrededor del los estudiantes mucho tiempo, tan siquiera una vez a la semana o más. Muchas veces no nos damos cuenta del crecimiento que ha estado pasado cada día del cual está pasando en frente de nuestros ojos. Pero piensa en cuando su estudiante no era un cristiano o hace tres años cuando ellos entraron a su iglesia. ¿Han crecido? ¿Entienden claramente más acerca de la Biblia? ¿Están caminando apasionadamente con Jesús? La respuesta más común va a ser, “si.” Pero talvez no has dado cuenta.

Los mejores días están por venir
Mis papas siempre me dijeron, “No nos importa si no te caemos bien. Queremos que nos ames después.” Lo que ellos quisieron decir simplemente fue que no tenía que estar de acuerdo con ellos acerca de cualquier cosa en ese momento, pero que iban a hacer lo mejor para que cuando yo era mayor, yo los apreciaría por lo que hicieron. Similarmente, un ministerio de jóvenes no es juzgado por los resultados que tiene ahora, sino que en lo seguidores de Cristo que van a haber en 10 años. Para mirar alrededor del salon y estar desanimado por lo que ve es similar a como se ve cuando está mirando a sus ahorros del retiro cuando tienes 30 años de edad. Las cosas necesitan tiempo para madurarse, para apreciarse y para desarrollarse. Los mejores días en su ministerio no son el día después de que se han conocido sino en la década después de que has dejado atrás a los niños..

Te pueden sorprender
Hay un niño en cada grupo de jóvenes que le gusta causar problemas y es el rebelde en la manada. Pero podemos ver que muchas veces el que es lo más desruptivo, destructivo y el que demanda disciplina que eventualmente “lo entienden” y hacen cosas grandes para el Reino. Personalmente he conocido a algunos niños problemáticos que cuando crecieron fueron a ser misioneros, pastores y por lo demás, seguidores devotos de Cristo. Trate de recordar que debe maestrar el arte de pensar en el futuro. La consistencia, el amor y cuidado y crecicmiento de carácter pueden tomar años para florecer. Es frustrado ver al niño que está sentado encorvado pero puede estar escuchando y cosas buenas pueden pasarle en su futuro. No se de por vencido con cualquier estudiante porque Dios no se da por vencido con nosotros..

No estás a solas
Aunque suene cliché, nosotros no trabajamos a solas sin poder. Dios le animó a Josué cuando estuvo enfrente de un enemigo imposible y le dijo, “Yo estuve con Moisés y estaré también contigo. No tema. Ten valor.” Y sigue de esa manera. El Espíritu Santo de Dios está con nosotros en cada paso en nuestro camino. “¿Si Dios está contigo, quién está contra tí?” “¿Qué puede separarnos del amor de Dios?”

Si se haya desanimado, haga lo siguiente y en uno o dos días, va a poder estar de mejor mente:

• Ora que Dios te anime por medio del Espíritu Santo
• Lee escrituras acerca del valor, fe y esperanza
• Recuerda la razón por la que estás trabajando con los estudiantes. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué debe seguir aunque es difícil?
• Conectece con otros trabajadores que están en su iglesia, en la comunidad o en el Internet. Deje que ellos le ministren un poco.

Si sigue desanimado, talvez puede ir a un consejo que es titulado y le puede ayudar a decifrar porque le falla el entusiasmo. Uno con experiencia en el ministerio puede ser una decisión óptima..

Sobre todo, recuerde porque está donde está, quien lo puso ahí y lo que es llamado para hacer. ¡Recuerde que está cambiando vidas cada día y recuerde a poner un pie enfrente del otro!

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